Noche de juerga.
Desde de las 8 de la noche en un bar, era pequeño y oscuro, pero cómodo. Nos fuimos a otro... a seguir en lo mismo.
02:30 de la madrugada, nos echan del bar; qué mejor que ir a Taco Bell a saciar esas ganas de comer que a uno le dan luego de varias cervezas y tropiezos; pero rápido, porque cierran a las tres.
03 a.m.
Panza satisfecha, billetera un tanto vacía, sólo queda ir a la casa a descansar.
Taxi. Le di la dirección al chofer, parecía algo apurado.
De repente su celular sonó, contestó y no recuerdo bien, pero me pareció que dijo algo como "sí, ok, ya voy para allá"... ¿quién putas lo estaría llamando a las 3 de la mañana, para que lo recojan?
Bueno, no lo pensé mucho, iba muy cómodo como para ponerme a pensar mucho en eso.
Volvió a sonar el teléfono, ya no le puse atención quién sería o de qué hablaba... el mae parecía distraído hablando por teléfono y manejando a la vez.
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En la cama descansando, me sentía raro, un leve dolor en la espalda me estaba molestando; me levanté y encendí la luz para estirarme un poco a ver si se me quitaba el dolor.
No se me quitaba... me volteé para apagar la luz, y me sorprendí al ver a mi madre, ahí de pie, sin decir nada; nada más me abrazó.
No sé por qué, la luz se volvió azul, era {como} un sueño, había algo en la atmósfera de mi cuarto que me hacía sentir como en un lugar en el que nunca había estado.
Pero seguía abrazando a mi madre, y le pregunté que qué pasaba, pero no me dijo nada; extraño suceso, podía ver la ventana y en el cielo lograba ver varias luces brillantes que se movían sin orden aparente; OVNIs, mis favoritos.
De verdad que sentía que era un sueño, de repente me empezó a doler más la espalda.
Luego apareció una mujer, de unos 20 años o menos... me gustó mucho, se me hacía conocida pero no podía identificar quién era; también me abrazó.
Me volví, pero mi madre ya no estaba, tampoco la otra chica; el dolor en mi espalda se volvía insoportable, también empezaban a dolerme las piernas, no entendía qué estaba pasando.
El cuarto iluminado por ese azul, se apagó, se puso oscuro, hasta que ya no pude ver nada, sólo seguir sintiendo el dolor que ya estaba en todo mi cuerpo, era insoportable, pero no podía gritar.
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Vi luego un poco de luz, luces rojas que se movían, parecía que bailaban; me di cuenta que poco a poco abría mis ojos, y me encontré en el taxi de nuevo.
No entendía ni shit de lo que estaba pasando, cada vez me convencía más de que era un sueño, aunque no tenía mucha capacidad para razonar en ese momento.
Estaba viendo hacia el piso del taxi, hacia mis pies, estaba en una posición de lo más incómoda; quise levantarme pero no pude, de nuevo sentía que me dormía, lo único que conseguí fue levantar mi cabeza y recostarme en el respaldar del asiento.
Por el parabrisas vi tres o cuatro personas, me pareció que había una mujer llorando, no pude ver bien porque mis ojos se volvían a cerrar.
Rápidamente me volvía a dormir, el dolor seguía siendo intenso, y ahora también me dolía por dentro, pero extrañamente no gritaba, como que me acostumbré, no sé.
Se cerraron mis ojos, y ahora sólo podía escuchar cosas que no reconocía, no estaba en capacidad de diferenciar sonidos... sólo recuerdo el sonido global... ese murmullo de la gente, como tomar a cien personas hablando, y esas voces meterlas todas en un pequeño frasco, y escucharlo todo así, como si estuviera encerrado.
Y luego ya no escuché nada, ni sentí nada, ni vi nada... ya estaba montado en el tren, e iba saliendo de la estación; no hay boleto de vuelta.
Y ahora estoy aquí, en tu memoria... la paso bien, es un lindo lugar, me sorprendió toparme con ciertos recuerdos de tu infancia, pero nada que me haya impresionado demasiado, no te preocupés.
Gracias por darme un lugar donde estar, de verdad que me gusta mucho estar aquí... por acá andaré para cada vez que querás pensar en mí, te voy a hacer compañía cuando lo necesités... así hasta que consigás vos tu boleto.